No me gusta desde que se enfría porque no vienes,
en vez de cuando se nos enfriaba porque un beso nos llevaba a otro
y así hasta robarle todo el calor al café y quedárnoslo nosotros.
No me gusta el café desde que me noto más amargo a mí que a él.
Desde que lo tomábamos por las noches
para aguantar queriéndonos hasta la mañana,
y por las mañanas sustituirlo por más besos y caricias,
sin azúcar, pero más dulces.
He destrozado tu taza contra el suelo,
como tú mi pecho, cielo.
Ya no habrá más café,
ni más tazas, ni de café,
ni de té, ni de te necesito aquí.
Ahora somos el humo que se evapora del café y nada más.
La gota que cae por fuera de la taza y se pierde.
Ahora somos descafeinados, y sin azúcar.
No somos nada.
Explícame de dónde viene tanta perfección porque yo así no puedo.
ResponderEliminarDe verdad, Benji, te admiro y te envidio mucho, muchísimo.
Yo también amo escribir. Y no sé cómo lo haces pero cada vez que leo un texto tuyo consigues que me vaya de mí y me sumerja completamente en el mundo que creas con tus textos. Pásate y dime que te parece, si quieres, significaría mucho para mi: nonecesitoalasparavolarr.blogspot.com.es Un beso y espero poder comprar un libro tuyo dentro de pocos años.
No creo que escriba tan bien como para poder escribir un libro nunca, pero muchas gracias, se agradecen estos comentarios, de corazón, y ahora mismo me paso cielo.
EliminarBenji, ojala la gente de mi alrededor me trasmitiera la mitad de lo que tu me das, que no se por quien escribes o simplemente en que te inspiras pero joder, me encanta, me enamora, me hace llorar, me hace sentir, eres perfecto o almenos lo que me transmites es perfecto.
ResponderEliminarMe gusta que te guste, intentaré seguir transmitiendo mis cositas, un beso!
EliminarPrecioso
ResponderEliminarAdmiro mucho tu forma de redactar. Es una maravilla haber encontrado tu blog!
ResponderEliminar