martes, 25 de febrero de 2014

Silencio oscuro.

He vuelto a odiarte,
y sí, lo he hecho en silencio.
He metido mis sentimientos en una lata roja
y la he dejado latiendo en un rincón apartado de mí.
Una lata que casi estalla cuando pienso en ti.

Odio que me mires y que no sea para matarme
a besos después. Es como un invierno sin
abrazos, o un verano sin cerveza fría.
Como un febrero cálido
o un beso frío.

Como echarme la soga, que sí que aprieta
pero no me ahoga.

Y me siento como un miope que no supo ver el amor
hasta que te puso como gafas.
Es como verlo todo tan claro, que ya sabes que será
oscuro.

Que mi plan B no va más allá de lamentarme
de que tú no seas mi único plan.

No soy un triste, pero que ser feliz no es lo mismo
desde que te fuiste.
Quizás estoy loco, pero los poemas riman contigo
desde que te fuiste.
Tengo el pecho hundido en un pozo de angustia,
rabia y melancolía y todo esto
desde que te fuiste.

Y que sé que ya te has apagado,
sol de mis noches
y que ahora tengo que odiarte
en silencio...y a oscuras.

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