martes, 1 de octubre de 2013

'Te recitaría...'

te recitaría lo que siento al ver tu sonrisa, cada 
noche, al oído, susurrando, horas y horas, pero sería 
tiempo que no te estaría besando.

te besaría cada noche, mientras tus cálidos labios 
no se separan de los míos, mientras me los 
acaricias con los dientes y siento tu aliento 
recorriendo a escalofríos mi cuerpo, pero sería tiempo 
que perdería sin quedarme mirando tus ojos.

te miraría a los ojos cada noche, viendo en ellos mi 
reflejo, un tonto enamorado, enamorado de la cosa más 
bonita del mundo, pensando en que esos ojos son míos, 
ojitos tristes, pero una tristeza increíblemente 
bonita, pero sería tiempo perdido que no te estaría 
abrazando.

te abrazaría muy fuerte cada noche, mientras nuestra 
piel desnuda está unida, mientras mi calor es el tuyo, 
y nuestras respiraciones se juntan en el mismo compás, 
mientras nuestras piernas se entrelazan y mis manos 
recorren tu espalda, pero sería tiempo que no te 
estaría haciendo el amor.

te haría el amor cada noche, después de haberte 
susurrado, besado, mirado y abrazado. te cuidaría como si de
una muñeca de porcelana se tratara, desnuda en mi cama, mis 
labios carnosos se adaptarían a cada rincón de tu 
cuerpo, besándolo entero, acariciándolo, que tu cuello 
sea mío, marcarlo con mi nombre, a fuego, a besos, 
deslizarme por él hasta tu suave pecho, besártelo 
despacio, mientras me agarras con tus manos la nuca y 
me guías la cabeza, bajando por tu ombligo, llegando a 
la perdición de mis besos, mi lengua húmeda, a la par 
que tú, metiéndose en ti, mientras acaricio tu joya 
con mis dedos y empiezas con tus jadeos y pequeños 
gemidos, esos que tanto me gustan, te agarras a mi 
pelo y me pides que siga, suavemente mordiéndote el 
labio, como a ti te gusta, mirándote, esa cara de placer 
que me vuelve loco, en un mar de agua envuelto vuelvo a subir, 
las caricias no cesan y mientras te sigo besando el cuello, 
me acerco a ti, a ti, pero a dentro de ti, 
mientras me agarras la espalda notamos ese primer empujón, 
el placer se ha desatado, nuestras caras son poesía, dos tontos enamorados, 
haciendo el amor como jóvenes salvajes, en cada empujón sueltas un gemido, 
cada vez más intenso, más fuerte, me agarras más, 
tus uñas clavadas en mi espalda y tu cintura en continuo movimiento, 
alguna gota de sudor, sudor frío, besos calientes con jadeos de melodía, 
así hasta. Tus brazos sobre mi pecho, abrazados, tirados en la cama, extasiados, 
envueltos en amor, quietos, mirándonos, tirados en la cama, 
los ojos clavados y las sonrisas no se borran.

Lo último que me dijo fue -te quiero-

9 comentarios: