Empezando por
la de amanecer juntos, aunque no fuese despertar, sino trasnochar,
por culpa del insomnio que me provocaban tus labios. Llámalo ganas
de llenarnos, más que se llena la luna, y de brillar, más que
brillan las estrellas, de besarnos hasta que el sol nos cubra de luz
y ya no solo sean ganas las que nos amanten. Con las bocas sabor a
alcohol y miradas felinas, de gatos en celo, pero sobretodo los míos,
sobretodo los de Barcelona al ver que brillabas más que ella un
veinticinco de diciembre.
Los
desayunos sin diamantes, sin ropa, pero con ganas, las nuestras, las
de querernos contra la pared o agarrados a las sábanas, las de
morderte el culo al verte revolcar por la cama. De calentarnos con
las piernas, de ponernos la piel de gallina con caricias, de tocar el
cielo sin salir de la cama y de rompernos un poco a
cada silencio que nos quedamos mirándonos, contando segundos que se
hacen eternos entre besos y latidos.
De
hacer tostadas y café, de besarnos hasta que se nos quede frío, de
tirarnos en la cama y caer por el lado de la mantequilla,
pringándonos, como siempre, comerte a lametazos la mermelada de
fresa, de tu boca o de tus labios. De tirar los cubiertos y comernos
con las manos.
Las
de querer comernos el mundo empezando por nosotros y quedarnos con
hambre. De hacer la cama pensando en deshacerla una y otra vez,
contigo encima y el mundo lejos.
Me
rompiste hasta las duchas de agua fría, pero más calientes que el
roce cerilla-caja, con más llama que el clipper, con más pasión
que besos de reencuentro en películas americanas, sí, las de amor
barato, del falso, el del todo irá bien pase lo que pase. Del que no
sirve ni para limpiarse los mocos.
Lo
de hacer descenso por tu espalda, recorriendo a besos tu columna, de
saltarte los vellos y ponértelos de punta, de acabar mordiéndote el
culo y acariciando tus piernas, de notar cada vez más el calor, de
tu corazón hasta tus muslos, abiertos al encaje de mi cabeza, de
hacerte llorar, pero sin lagrimas.
De
quedarnos con hambre y comernos nuestros problemas, de tener a
alguien con quien contar, y que no sean números, sino hechos y
momentos, un pecho en el que soñar, o unos labios en los que dejar
saladas lagrimas. De poder con todo, o que me puedas del todo.
Que
acabases siendo mi talón de aquiles, mi punto débil, la sonrisa que
me crea dependencia, o la cintura que encaja en mis manos. De cerrar
la puerta de mi corazón con llave y pestillo, y dejar que la guardes
tú. De volar sin alas en tu cama, o de estrellarnos juntos. De
dejarme disparar si eres tú quien me apunta al pecho, y de que sean
mil los clavos que me dejes clavados.
Y
después de haberme roto a mí, me rompiste los esquemas y todas y
cada una de las promesas. Me pisaste fuerte y me dejaste la suela de
tus zapatos marcada en el corazón. Los pedazos quedaron hechos
ceniza, y la ceniza hecha polvo, no quedó nada, quizás un poco de
café para uno y desconfianza para veinte.
Ahora
ando pisando corazones con los pies desnudos, pisando flojito y con
delicadeza, como cuando tocas la arena de la playa con pies descalzos
y aprietas los dedos para que se te meta la arena entre los dedos. He
aprendido a besar heridas y a tapar agujeros que en su día dejaron
clavos mal clavados, pero todavía no he aprendido a clavarme sin que
me la claven.
No
sé, quizás la vida no sería vida sin dolor, sin que doliese no
seríamos nada, y sin ti vida, duele más, así que supongo que
gracias por hacerme ver que estoy vivo. Aunque para la próxima
podrías doler de pellizco a ver si despierto en vez de pisada en el
pecho a ver si me hundo.
Podría decirte un millón de adjetivos, pero con todos me quedaría corta.
ResponderEliminarIncreible como poco, perfecto.
Espero que no dejes de escribir nunca
Muy grande, genial explicación, da gusto leerte.
ResponderEliminarSaludos.
te has dejado la tilde en lágrimas"
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarTe he nominado a los Premios Infinity Dream. Puedes ver mi última entrada, ahí está toda la información.
Muchas gracias, tu blog es genial Benji, sigue así!
De nuevo me vuelves a impresionar con lo que escribes, hace mucho tiempo que te leo y me gusta un poco, bastante, mucho la forma en que lo haces. Enhorabuena :)
ResponderEliminarLatidointermitente.blogspot.com
No tengo palabras para describir la belleza de estas palabras. Si follas igual que escribes, ojala y me hagas todas y cada una de las cosas que has escrito en estos párrafos. Sin palabras.
ResponderEliminarLas promesas son de esas cosas que se rompen siempre una vez en la vida, es como evitar lo inevitable, imposible, pero también digo yo que hay dolores que gustan más que otros..
ResponderEliminarTal vez yo me hubiese roto contigo, y a lo mejor, en vez de la gran huella de mis zapatillas, te hubiese dejado la marca de un beso a medio dar, que duele menos.
Me encanta leerte, me gustaría más ser el destinatario de estos textos ( como muchas otras), tienes un don.
Leerte se está conviertiendo en mi droga favorita. Eres increíble.
ResponderEliminarWow.
ResponderEliminarNo me parece bien que me tengas que hacer llorar cada vez que te leo.
ResponderEliminarPrecioso. Sencillamente precioso.
Descubrirte en una noche de un lunes cualquiera..... Sin duda, magia.
ResponderEliminarNo me deja ver la ultima entrada que has escrito, tiene una pnta estupenda y no me gustaría perdermela
ResponderEliminarMuy pocos consiguen llegar hasta donde tu llegas,y no me refiero a tener éxito y a ser conocido por tu manera de escribir,lo que quiero decir es que tu puedes hacer que una persona se vea reflejada en tus palabras,consigues que no se sienta sola y eso muy pocas personas lo consiguen simplemente expresandose,así que enhorabuena.
ResponderEliminarEncontrar afinidad en 10 párrafos es difícil. Verse reflejado a uno mismo en los 3 últimos es lo que me has regalado. Gracias por quitarme la soledad en mi pena durante unos minutos. Encantada de haberte descubierto este inmejorable sábado.
ResponderEliminarQue consigas ponerme los pelos de punta a kilómetros de mi, y tan solo con palabras es increíble, nunca dejes de escribir... yo por lo menos te necesito para hacerme los días un poco menos tristes o simplemente para quedarme con la duda de cómo serás capaz de llenarme tanto sin conocerme, eres una de esas personas que jamás te arrepentirías de haber conocido, tanto si hubieras cruzado un hola o compartido momentos, o eso creo yo, corrígeme si me equivoco.
ResponderEliminarEres como un libro del que solo me sé la portada, pero sabes que te encantaría cada una de sus comas.
Enamoras sin querer hacerlo, y te quiero, te quiero sin conocerte
Pd: me encantaría conocer el resto del libro.
Hola, sabes voy iniciando un blog y me gustaria que me apoyaras, claro si te gusta :) http://yanohayorillas.blogspot.mx hechale y si te agrada de lo que se trata te invito a participar en mi espacio, me haria mucha ilusion de verdad. te espero. yo ya te sigo.
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